Caminando en el seguimiento – MALABO – Africa

Caminando en el seguimiento – MALABO – Africa

16 de julio del 2022, Nuestra Señora del Carmen 

Paz y Bien

Son las seis de tarde y desde la Capilla del monasterio de Malabo, a la hora de las Vísperas, la joven Sandra, después de ser acompañada en el tiempo del Aspirantado, inició la etapa siguiente: El Postulantado. El día anterior había tenido toda una jornada de Retiro Espiritual.

Sandra llegó a nuestra comunidad en enero del 2020, cuando más arreciaba el Covid. De ahí que desde que manifestó su vocación contemplativa ya se quedó en el monasterio para hacer la experiencia.  A los seis meses inició el Aspirantado oficial, que duró un año. Ahora después de este periodo, ha manifestado por escrito la ilusión y la alegría de continuar en este lugar de Encuentro con el Señor y con las Hermanas.

Sandra tiene 23 años, nació en el seno de una familia cristiana y creyente, sin embargo, ha tenido sus pequeñas luchas con algunos miembros de la familia a la hora de optar por la vida monástica/ contemplativa. Y ella siempre se mantuvo firme, con una confianza muy grande en el Señor. En este tiempo de largo silencio y de cierta indiferencia por parte de dichos miembros, le llenaba mucho y le infundía seguridad el pasaje de Isaías 43, 1-2 (No temas, te he redimido y te he llamado por tu nombre, tú eres mía…)

En enero del 2021 toda la familia nos sorprendió en el locutorio con mucha variedad de comidas, refrescos y varios enseres para la limpieza etc. Fue un gran gesto que nos edificó mucho. Era todo un símbolo y ritual para para mostrar su total aprobación y consentimiento de la vocación de contemplativa de Sandra. Y que están contentos que ella esté en el monasterio para abrazar esta forma de vida. Por el protocolo y normas del Ministerio de Sanidad, no hubo abrazos, pero sí muchos aplausos y gritos de alegría, (¡¡¡Yéyebaa, ye!!!, Yéyebaa ye!!!) que significa: Aleluya, amén…!!!

La celebración del inicio del Postulantado fue discreta y sencilla, lo hicimos

En la capilla como ya dijimos al principio. Durante las vísperas, en la lectura breve, después de una breve exhortación a la joven, donde se le animaba a seguir adelante, sintiéndose verdaderamente elegida por el señor, y como una flor predilecta en el “jardín de Dios” (Carmelo) que confíe mucho en el señor y que emprenda esta nueva etapa de su formación inicial con la mirada puesta en Jesús que la ha seducido hasta el silencio del claustro.

De nuestra parte seguir ofreciendo lo mejor que tenemos, brindándole ese espacio y tiempo para que crezca y se forme como una verdadera Concepcionista Franciscana en este monasterio concreto de Malabo. Le pusimos la Tau como un distintivo externo de la gran familia Franciscana, y una falda azul como preludio a la vida Concepcionista.

En el Magníficat nos alegramos y danzamos con el tambor, el regalo de nuestras respectivas vocaciones, cada una compartió alguna breve experiencia de su proceso vocacional.