El Espíritu Santo

El Espíritu Santo

El Espíritu Santo ora por nosotros con una conexión que no poseemos.

“¿Quién nos separará del amor de Cristo?” (Romanos 8:35).

¿Quién mejor para llevar nuestras peticiones al Padre que el Espíritu? Al ser parte de la Trinidad, poseen una conexión más allá de lo que podemos imaginar. Nada puede separarnos del Padre porque el Espíritu es ese vínculo.

El Espíritu Santo ora por nosotros con la voluntad de Dios en mente.

“Y el que busca en nuestros corazones conoce la mente del Espíritu, porque el Espíritu intercede por el pueblo de Dios de acuerdo con la voluntad de Dios” (Romanos 8:27).

A veces estoy tan cansado y no puedo orar. Es en estos tiempos que necesito apoyarme en el Espíritu Santo. Puede que no sepamos qué decir, pero el Espíritu lo sabe.

¿Quién mejor para saber cuál es la voluntad de Dios para nuestras vidas que la tercera Persona de la Trinidad?

El Espíritu Santo ora por nosotros con un amor que no podemos contener.

“Porque estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni el presente ni el futuro, ni los poderes, ni la altura ni la profundidad, ni ninguna otra cosa en toda la creación, podrán separarnos del amor de Dios que está en Cristo Jesús, nuestro Señor” (Romanos 8:38-39).

Finalmente, no puedes escapar de la última parte de estos versículos. El Espíritu siempre nos amará y nada puede separarnos de su amor. Es con este amor que el Espíritu le habla al Padre en nuestro nombre.

Cuando nuestros corazones están secos, vacíos y no podemos saber qué decir o cómo orar, el Espíritu da un paso al frente. Parte de su ministerio para nosotros es orar por nosotros. Aunque podemos confiar en el Espíritu para hablar las palabras que no podemos.

Lo hermoso de la oración es que no lo hacemos solos.

Del mismo modo, el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. No sabemos por qué debemos orar, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros a través de gemidos sin palabras. Y el que busca en nuestros corazones conoce la mente del Espíritu, porque el Espíritu intercede por el pueblo de Dios de acuerdo con la voluntad de Dios. (Romanos 8: 26-27)

La razón por la cual Romanos 8 está en la Biblia es porque debemos recordar que no oramos solos. Dios el Espíritu Santo está a nuestro lado mientras somos el trono de la gracia. Dios no condenará por la obra de Jesucristo y la confirmación del Espíritu Santo.