Estar con Él

Estar con Él

            Estoy muy contenta y quiero compartir con vosotras la gracia que el Señor me ha regalado en estos días de encuentro con Él. “Ya no vivo yo, sino Cristo que vive en mi” (Gal 2,20).    He sentido la presencia de Dios a través de mis hermanas de comunidad.   Ellas me conducen hacia Dios caminando juntas.  La presencia de Dios en mi vida es muy importante y necesaria porque sin él no podía estar aquí en el convento.   Siento cómo Dios sostiene mi vida y me dice: “tu puedes hija mía, levántate”.

          A pesar de mis caídas y dificultades quiero estar con Cristo.  Cuando entro a la capilla me siento tranquila, amada, llena de la bondad de Dios.  Dios sigue mirándome con ojos de misericordia y me ha llamado para estar con Él.   Su llamada a seguirle es una “perla preciosa” que quiero guardar, no con mis fuerzas, sino con la fortaleza del Espíritu Santo.  Tengo la suerte de tener tantos modelos de seguimiento a Dios, nuestra Madre Inmaculada, Santa Beatriz de Silva, el ejemplo de tantos santos de la Iglesia.

         El retiro espiritual que he estado viviendo antes de la toma de hábito lo he vivido de una forma diferente: en medio de un ambiente de Covid 19 de miedos y dificultades pero también  en el silencio, buscando a Dios y presentándome su suave pensamiento.   Me ha dado alegría y entusiasmo para estar con Él.

        El día 15 de Agosto, día de Asunción de La Virgen Maria, durante la novena de nuestra Madre Beatriz, he dado paso al Noviciado. Pido a cada una de las Hermanas que me tengáis en vuestras oraciones para que sepa  hacer la voluntad del Señor en cada momento.