Hermosos días que nos han acompañado en un paraje estupendo, donde la naturaleza nos regalaba con sus mejores galas de verdor, de espacio acogedor de sombra que mitigaba nuestro calor. Todo ideal y fuimos llegando las 8 hermanas formadoras de la Federación de Ntra. Sra. de Aránzazu. Llegó también el P. Miguel de la Mata y con los saludos de rigor nos encontramos con un verdadero hermano que nos acompañó con su buen saber y plasmando su experiencia y sabiduría.
De salida nos propuso tener conciencia de quién soy, situarnos en la realidad de que cada persona sea consciente de su propio seguimiento…conocerme, reconocerme, aceptarme como soy, ayudar a crecer a las personas. También es importante tener un referente que me ayude a ser lo que soy. Dejar a las personas a ser lo que son. Ir asumiendo las cosas desde la propia verdad; ir descubriendo lo que Dios me pide a mi. Ir identificando los problemas que yo tengo que abordar, teniendo en cuenta lo que cada uno ha vivido.
Ante las posibles candidatas tener en cuenta la madurez humana, la salud psíquica, la actitud frente al trabajo, dar vida a lo que yo vivo por Dios, la dimensión comunitaria, respetando el ritmo de cada persona, actitud de deseo de aprender en la formación, evaluar cómo estoy y cómo respondo…
La búsqueda de Dios no acaba nunca, supone una inquietud. Seguir buscando siempre más. El anhelo permanece y crece, se añora de estar con Dios… Es preciso responder a nuestros desafíos día a día. En todo lo que pasa en nuestra vida se encuentra Dios. La diferencia es como afrontamos todo. Oración, amor a Jesucristo que nace de un encuentro diario, minuto a minuto y nos identificamos desde una vivencia profunda, el sufrimiento vivido con amor…se hace redentor. Amor al hermano en unión con Dios. Hacer las cosas desde dentro. La vida contemplativa es trasformar las cosas sin que nadie lo vea. las contemplativas estamos llamadas a poner ternura en todo. VIVIR EN SERIO LA VOCACIÓN por la gracia recibida…
Como broche de oro, le preguntamos a Beatriz ¿Quién eres? En la búsqueda de la identidad y conversión, como ella, ir más allá; el precio será la soledad. Es el camino que nos trazó y vivió. Transformación: reflexión, interiorización. Los conflictos externos me ayudan a ir más allá. Los conflictos latentes, para fortalecer la fe. Mantener la tensión es lo que hace que crezca. Radicalismo del Evangelio y la integración 3en la Iglesia. Si lo integro todo es lo que va ayudando a crecer. Con una respuesta incondicional al AMOR. Fue la experiencia fundante de la Santa Madre Beatriz y la que se nos ha dado a nosotras vocacionadas etc. Y nos queda en el horizonte MARIA, y precisamente María Inmaculada, la que se dejó hacer por el Creador y vivió de Él y para Él.
