NAVIDAD

NAVIDAD

 

Navidad y María

María y Navidad

Navidad y María pues no hay Navidad sin Ella.

¿Podemos afirmar eso? ¿Qué se ve en las luces que alumbran nuestras ciudades, tiendas, edificios incluidos los habitados? ¿Qué lugar ocupa María y… más: qué lugar ocupa Jesús?

Y… ¿en nuestros lares? ¿Está María? María creyente, María esperanzada, María amante. Sin ella no hay real Navidad. Por eso Navidad y María están tan unificadas que son una sola realidad. Así que, aunque se intente, aunque se ignore, Navidad y María no se pueden separar.

María y Navidad. Desde que María escuchó el “Alégrate” su vida no solo cambió sino que se transformó. Su vida fue y es Navidad: Madre de los creyentes, eternamente Madre, “creyendo y esperando” dio a luz en aquella Navidad y sigue dando a luz día a día a toda la humanidad.

No hay María sin Navidad y Navidad permanente.