Santa Beatriz es una persona bella, hermosa, culta y llena de virtudes. Ella es un modelo para todos los jóvenes que quieren seguir a Cristo. Porque teniendo la posibilidad de disfrutar las riquezas y los honores del mundo por ocupar un puesto importante como dama de honor de la reina, lo abandono todo para abrazar a Cristo. Ella es amante de la Virgen Inmaculada, la Eucaristía y la pasión y como Maria que guardaba fielmente todas las cosas de Dios en su corazón.

Su humildad y confianza en María Inmaculada no la hizo dudar de su amparo en los momentos de prueba y con toda sencillez deja silenciosamente la corte encerrándose en el convento de Santo Domingo, donde espera pacientemente el cumplimiento de la fundación.

A mí, como Concepcionista me llama la atención en ella la devoción que tiene a la Virgen. Lo vemos así cuando la reina Isabel la encerró  en el cofre,  lo primero   que hizo fue acudir a la Virgen para que la ayudara y la Virgen escuchó su oración y se la apareció con el Niño en brazos . De ahí nos enseña cuando nos encontremos en la oscuridad o cuándo tiemble la fe, como hijos suyos, que acudamos a la Virgen María porque Ella es nuestro amparo.