Verano bendecido

Verano bendecido

      Es precisamente en los momentos de dificultad cuando debemos aferrarnos a nuestra fe y confiar en que Dios tiene un propósito para cada situación que enfrentamos.

      Entonces, debemos creer en las promesas de Dios, incluso cuando las circunstancias parecen contradecirlas.  Esta fe que se se ha dado gratuitamente, nos permiten ver más allá de nuestras limitaciones y confiar en que Dios está obrando en nuestras vidas, aunque no podamos verlo directamente.

     Confiar en Dios significa entregarle el control de nuestra vida, sabiendo que El tiene un plan perfecto para nosotros. Una confianza que nos da paz en toda circunstancia, aún en las difíciles, y nos enseña a seguir con seguridad, incluso cuando no conocemos el camino. Pero conocemos a Dios, nos ponemos en sus manos… porque El sí que conoce el camino.

     En la Biblia encontramos muchos ejemplos de fe: Abraham, que salió de su tierra sin saber dónde iba, confiando plenamente en las promesas divinas. Moisés, sacó al pueblo de Israel de Egipto confiando llegar la tierra prometida. David, se enfrentó a Goliat con fe en que Dios le daría la victoria.

     Aplicándolo a nuestra vida, estos ejemplos fortalecen nuestra fe y nos hace confiar en que Dios también obra en nuestra vida.

     ¡Qué bonito sería en este verano, (Verano del Jubileo 2025) en que todos parten a Roma para ganar este Jubileo 2025, desde nuestro lugar, desde todas las partes del mundo, también ganáramos ese jubileo llenando nuestra vida de fe y confianza, recordando sobre las veces que Dios ha respondido a  nuestras oraciones y ha estado presente en nuestra vida. Agradeciendo a Dios las bendiciones diarias grandes y pequeñas!