ACOMPAÑANDO LA VIDA

ACOMPAÑANDO LA VIDA

                                                                                                                                                                  

   En la mañana hazme escuchar tu gracia, ya que confío en ti.  Indícame el camino que he de seguir,  pues levanto mi alma a ti.

Salmo 142, 8

 
Es la tarea para la que cada mañana se abren las hermanas escuchando su gracia y confiando en Ti. Él nos indica el camino, ya que día a día levantamos nuestra alma a ti.
El interés mostrado por las hermanas abadesas de la Federación para realizar en el día a día la misión que se nos ha encomendado ha tenido una buena respuesta federal en este encuentro, corto y al mismo tiempo denso, profundo y también gozosamente fraterno en Ain Karin, del 31 de mazo al 2 de abril, acompañadas cordialmente por nuestro hermano Mikel Hernansanz OFM.
Celebrar la Eucaristía y Liturgia de las Horas siempre es reconfortante y gozoso. La presencia del P. Ángel Pinedo, sus comentarios a las lecturas de la Eucaristía, tranquilos y profundos son un impulso que nos lleva más allá. Todas tenemos experiencia de ello y agradecemos sinceramente.
El motivo de la convocación, como ya hemos dicho, ha sido el trabajo sob
re “Cómo programar y animar las reuniones comunitarias” En ello nos ha introducido nuestro querido hermano Mikel con sencillez, claridad, y profundidad en ocho sesiones de trabajo bastante movido e implicando a todas y cada una de las hermanas presentes.
Ha tenido el arte de poner en el centro la vida real de las comunidades, los temas que nos preocupan y ocupan, la profundidad humana y creyente a la que estamos llamadas en el día a día con sus luces y sombras. El arte de iluminar la comunicación y relación fraterna desde la Palabra, desde la ternura, acogida y misericordia que la Palabra nos revela e ilumina.
Tenemos que afirmar que hemos tenido la oportunidad de disfrutar dos días de comunicación y relación fraterna en gozosa libertad.
El lugar “Casa de espiritualidad Ain Karin” en Haro, La Rioja, la acogida de las hermanas de la “Compañía de María” y el sol que ha brillado esos días, todo nos ha acompañado y ha sido un regalo más en nuestra andadura federal animada e impulsada por cada una de las hermanas.
Damos gracias a nuestro Dios Esposo y a cuantos han hecho posible esta celebración federal.
Oramos para que las hermanas, abiertas a Su acción, llevemos al día a día lo escuchado y personalizado.