INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA

INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA

     El primer pasaje que contiene la promesa de la redención (Genesis 3:15) menciona a la Madre del Redentor. Es el llamado Proto-evangelium, donde Dios declara la enemistad entre la serpiente y la Mujer. Cristo, la semilla de la mujer (María) aplastará la cabeza de la serpiente. Ella será exaltada a la gracia santificante que el hombre había perdido por el pecado. Solo el hecho de que María se mantuvo en estado de gracia puede explicar que continúe la enemistad entre ella y la serpiente. El Proto-evangelium, por lo tanto, contiene una promesa directa de que vendrá un redentor.  Junto a Él se manifestará su obra maestra: La preservación perfecta de todo pecado de su Madre Virginal.
     En Lucas 1:28 el ángel Gabriel enviado por Dios le dice a la Santísima Virgen María «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.». Las palabras en español «Llena de gracia» no hace justicia al texto griego original que es «kecharitomene» y significa una singular abundancia de gracia, un estado sobrenatural del alma en unión con Dios. Aunque este pasaje no «prueba» la Inmaculada Concepción de María ciertamente lo sugiere.
     El Apocalipsis narra sobre la «mujer vestida de sol» (Ap 12,1).  Ella representa la santidad de la Iglesia, que se realiza plenamente en la Santísima Virgen, en virtud de una gracia singular. Ella es toda esplendor porque no hay en ella mancha alguna de pecado. Lleva el reflejo del esplendor divino, y aparece como signo grandioso de la relación esponsal de Dios con su pueblo.
   Y… Santa Beatriz de Silva irrumpió en la historia de la Iglesia, de la humanidad, con un corazón inmaculista muy grande, tanto, que quiso vivir a honra de la Inmaculada, consagrándose totalmente a Dios, desposándose con Jesucristo Redentor a honra de la Concepción de su Madre. Esa herencia es la que nos ha dejado a nosotras sus hijas, que tratamos en el hoy de la historia, vivir ese carisma maravilloso y en esa vivencia ser fermento en la masa, llevando en el corazón y en la oración a la humanidad entera.
     Por eso estamos de fiesta, nos alegramos y gozamos con el triunfo de la Madre Inmaculada, que supo hacer vida, en su vida, la Vida de Dios, desde ese dejarse hacer y plasmar por el AMOR, aunque ello supusiera dolor, abnegación…
     María es un camino a seguir; Beatriz lo hizo, dejándose amar por Dios desde la humillación de la esclava, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por ellas… por mi…por ti