LA FE FUNDAMENTO DE NUESTRA FRATERNIDAD

LA FE FUNDAMENTO DE NUESTRA FRATERNIDAD

Del 19 al 24 de agosto, la confederación nos ha convocado a un encuentro fraterno de formación en Madrid. Obedientes a la convocatoria el lunes día 19 fuimos llegando, de muchos y diferentes lugares, y fuimos acogidas con mucho cariño mutuo y de las hermanas del Sagrado Corazón de Sta. Rafaela, en su casa.

         El encuentro fue muy hermoso como siempre que tenemos la alegría de compartir unos días como hermanas.

         El P. Mariano J. Sedano, Claretiano, que reside en Rusia desde hace ya muchos años, nos ha acompañado muy favorablemente para profundizar en el cuarto Evangelio; tema: “la Fe como base y fundamento en el camino de seguimiento en nuestra vocación”

         Nosotras, Concepcionista Franciscanas, en el corazón escondido de la Iglesia vivimos la fe adulta y madura como tantos monjes que nos precedieron .

         En la celebración de la Eucaristía nos convertimos en vida entregada, participando de ese pan, alimento cotidiano, bebiendo el cáliz unidas a Cristo en su Iglesia.

         La belleza de la fe la llevamos en el rostro como una luz, faro para la ciudad, para el mundo moderno que busca a toda costa el dinero, el consumo…

María, que guardaba la palabra en su corazón, aliento de nuestra fe, es pura gratuidad en la visión del mensaje, en ella ver la gloria de Dios, como una esposa mística espera día y noche la vuelta del esposo, así la hermana concepcionista franciscana.

         La buena noticia puede convertirse en puro activismo, sino se transmite a los demás “de la abundancia del corazón habla la boca”. El corazón contemplativo genera la paz a su alrededor.

         El hombre interior reconoce sus pecados y experimenta la salvación en la

contrición humilde que acoge su gracia en el amor incondicional, porque avanza a la eternidad, celebrando la vida en su corazón contemplativo.

         Cada mañana hemos celebrado la Eucaristía presidida por el P. Mariano.

         Laúdes y Vísperas celebrados con dignidad y compartiendo los diferentes servicios.

         El ambiente ha sido muy fraterno, las hermanas siempre se mostraban con rostro alegre. Por las noches teníamos buen rato de recreación haciendo vida lo que la palabra dice “re-creación”.

         Nos hemos sentido cordialmente atendidas por las hermanas de la residencia, atención que agradecemos de corazón.

         El último día tuve el gusto de representar una danza peruana, también otras  hermanas nos alegraron la velada con diferentes danzas.

         Como el reloj no para llegó el momento de la despedida y volvimos cada cual a nuestra comunidad llevando en el corazón tantas cosas como hemos vivido a lo largo de la semana.

         Todas deseamos poder hacer partícipes a las hermanas lo que hemos recibido.